Según datos del informe de 2016 del proyecto de la UE «Fusions» , cada año se desperdician en Europa 88 millones de toneladas de alimentos;  la Comisión Europea se está tomando este problema muy en serio. 

La prevención del desperdicio de alimentos forma parte del Paquete de Economía Circular. El compromiso concreto consiste en reducir a la mitad el desperdicio de alimentos per cápita tanto en el sector minorista como a nivel del consumo privado de aquí a 2030, limitando además las pérdidas de alimentos en las cadenas de producción y distribución. 

La consecución de este objetivo pasa necesariamente por elegir envases y patrones de consumo apropiados.

Por este motivo, APEAL acogió con satisfacción el informe del Parlamento Europeo (PE) “Uso eficiente de los recursos: reducir el desperdicio de alimentos, mejorar la seguridad alimentaria” , redactado por iniciativa propia y votado antes del verano, en el que se reconoce la contribución positiva de los envases para prevenir la pérdida y el desperdicio de alimentos a lo largo de la cadena de suministro.

En concreto, los envases de acero son resistentes a los impactos y las perforaciones, son prácticamente irrompibles y proporcionan una barrera del 100% frente a la luz, el agua y el aire. En definitiva, son perfectos para proteger los productos frente a daños o deterioro y alargar su tiempo de almacenado. Se trata de una forma de reducir el desperdicio de alimentos sin consumir energía y sin que ello afecte a la seguridad alimentaria.

APEAL espera con gran expectación las reacciones de la Comisión Europea y los Estados miembros a este informe, así como el debate que suscitará en el seno de las instituciones de la UE.

El nuevo vídeo de APEAL —«¿Notas la diferencia?» —refleja de forma visual cómo puede ayudar el acero a reducir el desperdicio de alimentos.

Ningún material de envasado posee la resistencia, las propiedades de barrera total o la vida útil que ofrece el acero. Los alimentos envasados en acero conservan sus nutrientes apariencia y sabor, y es menos probable que sufran daños, se deterioren o terminen innecesariamente en la basura.

El desperdicio de alimentos es un problema de primer orden en Europa y en todo el mundo. Los envases de acero pueden formar parte de la solución. Puedes verlo y compartirlo aquí.

Las latas de acero se inventaron hace más de doscientos años y revolucionaron la conservación de los alimentos.

Cuando la tecnología de enlatado alcanzó su apogeo en el siglo XX, las latas se convirtieron en una forma segura, eficaz y asequible de conservar alimentos y nutrientes vitales —como las vitaminas y los ácidos grasos— para millones de personas.

Desde entonces se han desarrollado muchos nuevos formatos de envasado, pero la lata sigue ahí.

Estar presente en los eventos de alto nivel sobre envasado y relacionarse con todos los públicos es una parte clave de la campaña de APEAL para aumentar la visibilidad del acero como material modelo para una economía circular y como vector para el éxito de las marcas.

Alexis Van Maercke y Evelyne Frauman demostraron que el acero puede aportar sostenibilidad a las marcas de bebidas en el congreso sobre envases para bebidas Beverage Packaging, celebrado en Bruselas.

APEAL fue uno de los principales patrocinadores del congreso Sustainability in Packaging que tuvo lugar en Barcelona.

Por su parte, Stéphane Tondo expuso el futuro de la pasivación de la hojalata en la cumbre de fabricantes de latas Canmaker Summit, celebrada en Escocia, en cuyos Premios otorgados a las Latas del Año volvieron a brillar las cualidades de diseño e innovación de la hojalata.

La industria de la hojalata utiliza chromium VI como tratamiento de estabilización de la superficie del acero estañado, pero está nunca se encuentran en la superficie de las latas de hojalata o acero acabadas.

No obstante, en virtud de la normativa REACH, se prevé limitar el uso de chromium VI en la pasivación de la hojalata, por lo que los miembros de APEAL se afanan por desarrollar una Alternativa de Pasivación Sin Cromo (CFPA, por sus siglas en inglés).

Gracias a este proyecto, ya muy avanzado y puesto en marcha por una industria comprometida, la técnica CFPA estará disponible antes del plazo ampliado de autorización del 21 de septiembre de 2021, como demostró Stéphane Tondo en el congreso Canmaker Summit celebrado recientemente en Escocia.

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