Actualmente, el desperdicio de alimentos es la causa del 6% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. La comida que termina en los vertederos genera una gran cantidad de metano, un gas 25 veces más dañino que el dióxido de carbono, por la cantidad de calor que atrapa en la atmósfera. Por eso, reducir el desperdicio de alimentos es un punto focal de la estrategia europea “De la granja a la mesa”, que a su vez es una piedra angular del Pacto Verde Europeo. |